Noviembre de 2009
Para apoyar la demanda de verdad, justicia y reparación de las víctimas
las organizaciones de mujeres realizan diversas estrategias que buscan
mostrar las violencias de género que afectan a las mujeres en el marco
del conflicto armado y que apuntan a desafiar la impunidad que actualmente caracteriza a los delitos de violencia sexual. La Corporación
Humanas ha desarrollado una propuesta argumentativa desde un enfoque feminista para la judicialización de los casos de violencia sexual como constitutivos de tortura con el carácter de crímenes de guerra y/o de lesa humanidad. Llevar adelante la judicialización con este propósito avanzaría en el reconocimiento de la gravedad de la violencia sexual, descentraría la prueba del crimen del cuerpo de la víctima y responsabilizaría a los autores materiales, los propiciadores y los cómplices por fuera del ámbito de la sexualidad o patologías del perpetrador para ubicarla como una estrategia de guerra.
La hipótesis jurídica plantea que en Colombia las violencias sexuales
son delitos contra la libertad, integridad y formación sexuales; delitos contra la autonomía y la libertad personal (entre ellos el delito de
tortura) y delitos contra el derecho internacional humanitario y, en la
mayoría de los casos, formaron parte de ataques sistemáticos o generalizados por lo que adquieren el carácter de delitos de lesa humanidad.
Esta propuesta reconoce los avances que en materia del derecho
penal ha tenido el derecho internacional de los derechos humanos, en
especial con la promulgación del Estatuto de Roma de la Corte Penal
Internacional, al reconocer las violencias de género como constitutivas
de crímenes de guerra, genocidio y crímenes de lesa humanidad.