Como se ha establecido en varias ocasiones, los períodos inmediatamente siguientes a olas de violencia o conflictos armados son cruciales, pues proporcionan a los Estados partes una oportunidad de recomponer el Estado de Derecho, mediante, inter alia, la adopción de medidas de toda naturaleza para eliminar la discriminación contra la mujer.
(CEDAW/C/GC/30, 2013, párr.43).
Con la intención de ponerle fin al conflicto armado interno con las FARC-EP, el Estado colombiano se ha comprometido a transversalizar el enfoque de género dentro del Acuerdo Final de Paz firmado (en adelante el Acuerdo) en noviembre de 2016. En este sentido, el gobierno ha reconocido que la transformación estructural de la sociedad requiere también que se promueva la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres mediante la adopción de medidas específicas para garantizar que ambos participen y se beneficien en pie de igualdad de la implementación de este Acuerdo según las necesidades específicas y condiciones diferenciales de las mujeres, de acuerdo con su ciclo vital, afectaciones y necesidades.