Como lo advierte Volker Türk, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, el enfoque punitivo en la lucha contra las drogas ha fracasado, incrementando el sufrimiento y la vulneración de los derechos humanos. En Colombia, esta realidad es palpable, donde el mercado ilegalizado de drogas, al no ser regulado por el Estado, genera violencia y organizaciones que sistemáticamente violan los derechos humanos.
Este documento, elaborado por la Corporación Humanas, presenta información fáctica basada en el Sistema de Alertas Tempranas (SAT) de la Defensoría del Pueblo. Ilustra las diversas formas en que el comercio de drogas ilegales produce situaciones graves y masivas de violencia, afectando principalmente a civiles, y de manera desproporcionada a mujeres y niñas. Un panorama crítico que exige un replanteamiento urgente de la política actual.
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