
La Corporación Humanas inició un ciclo de formación con funcionariado del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC) del COPED Pedregal en Medellín, con el propósito de fortalecer el ejercicio de su labor con un enfoque de derechos humanos en el tratamiento a las mujeres privadas de la libertad.
El proceso tuvo un primer momento de tres talleres con el personal de las tres compañías de seguridad del INPEC, para un total de participantes de 180 dragoneantes hombres y mujeres. Se proyecta el desarrollo de talleres con funcionarias del INPEC para el mes de julio de 2025.
El marco de referencia son las Reglas para el tratamiento de las reclusas conocidas como Reglas de Bangkok que fueron aprobadas por la Asamblea General de la ONU, desde el 21 de diciembre de 2010. Se trata de 70 reglas que constituyen una normativa por el buen trato y la humanización de las condiciones de la vida en prisión con un enfoque de género.
Uno de los retos identificados es el desconocimiento de la existencia de las Reglas de Bangkok por parte de la mayoría de funcionarios, por lo cual valoraron la oportunidad de conocerlas y profundizar en su implementación con oportunidades de mejora y la superación de barreras.


Por otro lado, otro de los retos es la formación de la guardia de los centros carcelarios ya que en un comienzo han sido entrenamos en el ejercicio del control con un sentido de autoritarismo y, en ocasiones, de deshumanización de la persona privada de la libertad.
Y, en tercer lugar, en diálogo con las y los participantes, se identificó que el reglamento del INPEC es un parámetro para la toma de decisiones y el tratamiento interno, pero por lo mismo podría ser un documento público y acorde con los estándares mínimos para garantizar los derechos a las mujeres privadas de la libertad.
El 96% de los 180 participantes, afirmó haber incrementado su conocimiento en la normativa internacional a partir del taller, así como estándares para el tratamiento de las mujeres privadas de la libertad en un marco de derechos humanos.
Este primer momento se realizó dentro de una alianza entre Humanas, el INPEC, el Laboratorio de Política Criminal y la Defensoría del Pueblo, gracias a la cooperación del Ayuntamiento de Barcelona, dentro de los compromisos del proyecto Reglas de Quibdó, ejecutado por Humanas.

