Un acuerdo en justicia transicional en el actual proceso de paz aumentará la credibilidad en el proceso y por ende, la perdurabilidad de la paz; acrecentará la confianza en los acuerdos, porque éstos no serán un intercambio de impunidades; instalará el mensaje de lo reprochable en la guerra y de lo deseable en la paz; contribuirá a satisfacer los derechos de las víctimas; ayudará a sanar las heridas causadas por la guerra, facilitando el tránsito a la convivencia pacífica y democrática; dotará de confianza a la comunidad internacional y en consecuencia, será robusto el respaldo a
las decisiones que se tomen; “cuidará” el proceso de riesgos políticos, sociales y jurídicos.